jueves, 23 de julio de 2015

ARQUITECTURA Y NATURALEZA EN MONTERREY

                                          Alianza o Imposición

(Arquitectura + Naturaleza o Arquitectura vs. Naturaleza)



Por:  Arq.Enrique Abaroa Castellanos
Desde sus orígenes el hombre ha coexistido con la naturaleza, siendo un ser vivo más en la cadena de elementos que la constituyen. 

Pinturas, esculturas y utensilios encontrados en cavernas son muestra de cómo el hombre encontró refugio en el ámbito natural para realizar actividades, en este sentido el hombre estableció una alianza garantizando su supervivencia, buscando el confort y la satisfacción de sus necesidades.                                                                                                                                                
Hablar de naturaleza y arquitectura representa un ejercicio de reflexión, pues nos remite a conocer el diálogo interno entre el diseñador y el exterior, una expresión que puede ser de entendimiento. Un intercambio de experiencias que genera un lenguaje humano de formas geométricas u orgánicas, establecido en el ámbito natural analizado y al cual se le debe tratar con sumo respeto para obtener de él mayores beneficios.
                                                                              
Considerando lo anterior se puede establecer que el diseño de paisaje debe realizarse a profundidad, pues no es un accesorio al generar espacios arquitectónicos y representa una importante labor que proveerá a nuestra arquitectura de fuerza y vitalidad similares a la naturaleza, la gran obra que sustenta la vida y sus procesos.   



Relación Naturaleza-Hombre.

Arquitectura y naturaleza, pudieran representar el esquema básico para la construcción de nuestras ciudades. Partiendo de este supuesto, podríamos decir que la arquitectura, puede aportar los elementos y medios para apreciar, valorar y fortalecer un ambiente natural específico donde se logre una relación equilibrada entre ambas.

El estudio de la naturaleza nos brinda la oportunidad de observar y entender como arquitectos, la posibilidad de conciliar el diseño con un espacio natural determinado, logrando un proyecto armónico y una adaptación lo más cercano posible a la interacción del hombre y su medio ambiente.

El Proceso
El hombre consiguió adaptarse al medio ambiente, encontrando recursos para su supervivencia y desarrollo, este proceso se vio afectado por la Revolución Industrial que trajo consigo la semilla de la expansión territorial, misma que jamás dimensionó el impacto que se generaría ambientalmente. Había espacio, materia prima y los efectos post-industriales lejos estaban de poder analizarse. Era el inicio de una carrera por el progreso, hipotecando la naturaleza.
Fue así como las ciudades crecieron alrededor de centros industriales, creando manchas urbanas, donde la vivienda y el comercio se expandieron. Actualmente, nuestra sociedad contempla los estragos de esta marcha acelerada, una transformación que busca conseguir más materias primas. Hoy como cualquier otro ciclo de la humanidad, volvemos a mirar la Tierra donde habitamos y volvemos al inicio, a lo básico.
    Casa Monterrey                                                                 Arq. Bernardo Gómez-Pimienta

Replantear es la respuesta
Volver a respetar la naturaleza, sin afectarla, obtener materia prima sí, pero sin devastación y el agotamiento de sus recursos. La arquitectura actual necesita una interacción plena con el ambiente, entendiendo/respetando la topografía del sitio, encausando adecuadamente los ríos, valorando los ecosistemas y acercándose a las formas naturales, establecidas ahí a donde el hombre acaba de llegar.
Los árboles, las montañas, los animales, mares, y todo cuando sostiene el equilibrio del hombre en el planeta es la fuente que puede darnos una visión renovada de los procesos necesarios para reencontrarnos con la naturaleza.
Propuesta
Actualmente, términos como “sustentable” y “ecológico” inundan los mercados de desarrollo inmobiliario y promueven una cultura aparentemente ambientalista.     
                                                                Arq. Bernardo Gómez-Pimienta

La arquitectura de hoy precisa ir  más allá de vocablos, entendiendo la necesidad de implementar métodos de construcción y diseño renovados, más no de reciente creación.
Se dice que no hay nada nuevo bajo el sol, en efecto esta primicia es cierta. Escuchamos términos como energía solar, eólica y otras, sin detenernos a ver que son conceptos abordados con anterioridad. Hace falta recordar que el hombre es sólo un pequeño elemento de ese gran rompecabezas en equilibrio llamado naturaleza.
Hay obras que han logrado una relación cordial con la naturaleza, en términos del paisaje y para efectos del impacto ambiental positivo de la zona. Diseños y construcciones que se han fusionado estrechamente con el entorno.


La Roca como Cimiento
Esta residencia representa un claro ejemplo del ingenio, al aprovechar las condiciones existentes en el terreno, siendo la geología un aliado en la estructuración y cimentación de este proyecto. Dos grandes rocas sostienen una plataforma donde la casa queda suspendida, funcionando como cimentación y complementándose con  a la decoración interior exitosamente.
Casa Milmo                                           Arq. Raymond Jurado

La Casa Milmo, "sentada sobre las rocas", es una muestra permanente de interacción ecológica, respetando el paisaje, consiguiendo ambientes cálidos al interior de un espacio, que a su vez quedan enmarcados por una panorámica natural extraordinaria.

La Naturalez como Consejera
Este proyecto cuenta con una gran cantidad de árboles y se localiza cerca del cauce de un río, elementos que aportan estética y un ambiente de tranquilidad, permitiendo que el espacio se integre con el entorno.                                                                                                                   Seguir a la naturaleza en la búsqueda de formas arquitectónicas es una filosofía digna de análisis, este proyecto respeta el contexto natural y lo toma como base de su edificación, se cimienta junto al río y sabe arroparse en sus fachadas de las copas de los árboles existentes. 

                               Casa de la Cañada                                    Arq. Oscar Bulnes Valero

Sus accesos nos muestran una adaptación al terreno que permite conectarse con el exterior en diferentes niveles debido a la topografía existente.
Además de lo anterior, La Casa de la Cañada cuenta con el paso de la corriente del río, haciendo de esta obra un ejercicio visual, sonoro y emocional en un ambiente forestal, guardando siempre una relación estable con el paisaje de la cañada, una panorámica digna de ser apreciada.

Conclusión
Los tres proyectos antes referidos, son indudablemente una muestra clara de cómo la arquitectura puede convivir y coexistir con su entorno, teniendo un gran respeto por la topografía del sitio, apreciando la belleza de cañadas y ríos, considerando rocas y árboles como elementos de apoyo estético y estructural, incluyendo la vegetación, la flora y la fauna del lugar, en suma, respetando humildemente la naturaleza.



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